SpeedMaster “El reloj que construyo su propia historia”
Es histórico el discurso de Kennedy en Houston Texas, en donde anunciaba que los Estados Unidos iban a llegar a la luna, fue en parte el inicio de la carrera espacial en plena guerra fría.
Los astronautas miembros del programa “Apollo” eran tratados como héroes y en lo personal creo que lo son. Las capsulas, los cohetes y la tecnología utilizada para alcanzar al satélite de la tierra hoy en día a simple vista parece un artículo de “Playmobil®”. Dicho por Eugene Cernan, (que fue el último hombre que piso la luna), “el día de hoy existe más tecnología en un celular que la usada por NASA para llegar al espacio”, increíble pero cierto.
Regresando a los relojes esta es una de las historias más fantásticas de la industria. NASA buscaba un reloj que fuera utilizado por los astronautas, para lo cual decidió hacer un concurso para elegir dicha herramienta. Se probaron 5 marcas de relojes, en donde sin asegurar, ni tener la certeza fueron: (Rolex, Longines, Bulova, Hamilton y Omega). Ninguna de las marcas sabía que en los laboratorios de NASA estaba sucediendo esto.
Fueron 11 pruebas de resistencia de gran dureza: test de choques en diferentes posiciones, de aceleración, de cambios de temperatura y presión bruscos y sostenidos, etc. La idea era simular las posibles condiciones que el reloj debería soportar en un medio hostil como era el espacio (con cambios de temperatura +- 200 º C), pues dichos relojes debían ser portados en el exterior del traje espacial durante las misiones extra vehiculares, y por consiguiente deberían soportar los rigores de dicho medio. El único reloj que soporto dichas pruebas fue el Speedmaster de OMEGA, y desde ese momento al día de hoy se convirtió en “el único reloj autorizado por NASA para todas las misiones tripuladas al espacio”.
La historia no acaba ahí, en la misión GEMINI IV en 1965 (la primera caminata espacial), debido a la cobertura de medios los ejecutivos de OMEGA en Suiza notaron que el astronauta traía puesto un OMEGA, es ahí donde la marca decide ponerle la leyenda “Profesional”. En 1969 Neil Amstrong desciende del modulo lunar y sus palabras inolvidables, “un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”, y portaba en su muñeca un Speedmaster Cal. 321. Sin embargo era solo el primer paso para que el reloj labrara su propia historia. En 1970 en la misión Apollo XIII ayuda a los astronautas a medir el tiempo de encendido y apagado de los motores y gracias a esto logran re direccionar la nave a la tierra y salvan la vida, el Speedmaster recibe un reconocimiento llamado “Snoopy Award”, incluso Kevin Bacon y Tom Hanks en aquella memorable película nominada al Oscar traen puesto un Speedmaster durante el rodaje.
En 1971 Omega realiza un prototipo al cual le llama “Alaska Project”, el cual incluía poner una caratula de oxido de zinc en el Speedmaster para soportar más aún los cambios de temperatura, sin embargo NASA lo rechazo debido a que menciono que el reloj original por si mismo funcionaba perfectamente. En 2007 el “Alaska Project” fue subastado en más de 50,000 USD por Antiquorum y Omega re-edito esta pieza en 2008 en una edición limitada a 1971 piezas.
Esto es tan solo una historia más del reloj que construyó la suya, por sí mismo. La conquista del espacio sigue, las nuevas fotos de martes y el regreso a la luna por parte de NASA ya tiene su cuenta regresiva.
Es por eso que se dice que todo amante de relojes tiene al menos un Speedmaster en su colección, que por cierto yo tengo el mío, pero esa, es otra historia.
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